La planta de cacao es considerada como umbrófila, esto significa que requiere de muy buen porcentaje de sombra durante los primeros cuatro años de vida, para reducir la radiación del sol, prevenir daños por fuertes vientos y contribuir con el control cultural de malezas (Agroalimentación,Engormix,2006).
Experiencias en la producción de cacao, revelan que en los cultivos que se establecen a libre exposición solar o donde se elimina el 100% del sombrío, se acelera y aumenta notablemente la productividad al igual que se disminuye la incidencia de enfermedades, sin embargo, los árboles de cacao se deterioran rápidamente, aumentando la muerte regresiva y el ataque de plagas. Por ello, en estos casos se debe realizar un excelente manejo agronómico y garantizar la disponibilidad de agua adecuada en el suelo.
Según el (IICA, 1982), en experimentos que se realizaron en Costa Rica, se demostró que las hojas expuestas al sol directo, alcanzan temperaturas entre los 18 y 20 °C arriba de la temperatura del aire por lo que se aumenta dos o tres veces más la transpiración de las plantas de cacao, cuando el cultivo está expuesto al sol que cuando se encuentra bajo sombra En Colombia comúnmente, se utilizan musáceas como el plátano para sombrío transitorio y árboles maderables para sombríos permanentes, los cuales son otra alternativa económica a futuro para contribuir con la generación de recursos para las familias cacaoteras. En su primera etapa de desarrollo los cultivos de cacao requieren de un sistema que permita aproximadamente de un 50% a un 70% de sombra, dependiendo de los factores climáticos y condiciones agroecológicas en que se encuentre y posteriormente después de los 4 años, es necesario reducir gradualmente el porcentaje de sombra entre 25% y 30% aproximadamente, igualmente teniendo en cuenta las condiciones agroecológicas de la zona donde se encuentre el cultivo.