Este insecto plaga es un lepidóptero de la familia Sesiidae, que fue clasificado como Carmenta foraseminis (Busck) Eichlin y llamado comúnmente, Carmenta Negra. Los productores suelen denominarlo como: Broca del cacao, pasador de la mazorca y “mazorquero” o “cigarreta” en Perú, desde su aparición en 2009.
En Colombia, fue detectado por primera vez en 1957 en el occidente del departamento de Antioquia por el Ing. Enrique Moncayo y reportado como polilla que hacía galerías en las mazorcas de cacao. Con el paso del tiempo, se ha extendido a municipios productores de cacao de los departamentos de Cundinamarca, Tolima, Boyacá, Caldas, Risaralda y Norte de Santander; este último, se cree que llegó de Venezuela donde hay presencia de la plaga. La pérdida en la producción de frutos puede situarse entre 30 y 50 por ciento, si no se toman las medidas adecuadas de manejo y control para reducir la población del insecto.
El daño causado en las mazorcas es realizado por la larva que luego de eclosionar en la epidermis del fruto, se interna barrenando el mesocarpio hasta alcanzar los granos que perfora para alimentarse junto con la placenta y el mucílago. Como una señal en el exterior del fruto, queda una cicatriz o peca acompañada de maduraciones prematuras localizadas, que indican la presencia del insecto creciendo dentro; esta sintomatología es muy típica y sirve para monitorear el daño en una plantación. La larva va creciendo pasando por varios estadíos durante unos 36 días, luego de los cuales, suspende la alimentación para formar la pupa con excrementos y residuos, estado en el que permanece por 21 días, ubicándose muy cerca de la superficie del fruto. Al emerger el insecto adulto (imago), rompe la epidermis de la mazorca, dejando en algunos casos en el orificio de salida, restos de la exuvia o cámara pupal, que se convierten en foco de contaminación con la entrada de agua y oxígeno, los cuales corroen y dañan los granos, deterioran la calidad y generan pérdidas al productor.
Con la emergencia del adulto, este puede iniciar el apareamiento durante siete días; recordemos que este insecto tiene dimorfismo sexual, diferenciándose las hembras de los machos y por ello, para la producción de huevo (oviposición), debe existir apareamiento. La oviposición es realizada en grupos de 6 a 14 huevos por sitio, depositados preferiblemente en las hendiduras del fruto.
Tengamos presente que el insecto adulto es lento y sensible a la luz y por ello, se aparea y oviposita en horas de la mañana y es presa fácil para depredadores como las arañas. Gracias a investigaciones realizadas por la Compañía Nacional de Chocolates, se encontró que el ciclo de vida del insecto es de 71 días que se distribuyen de esta manera: Huevo, 7 días; larva, 36 días; pupa, 21 días y adulto, 7 días.
Para un control efectivo de la plaga es importante señalar que el insecto solo ataca frutos cercanos a los cuatro meses de edad y por ello, los pepinos y mazorcas en crecimiento, no son campo de acción de la Carmenta Negra. Los frutos atacados por el insecto pueden presentar los siguientes signos: Maduraciones prematuras localizadas, la cicatriz o peca y el orificio con exudaciones, supuraciones o desechos del perforador al emerger del fruto.
Para reducir la incidencia de esta plaga en plantaciones, es necesario recolectar los frutos atacados, depositarlos en algún sitio soleado y cubrirlos con una lona plástica para evitar que estados inmaduros del insecto puedan completar el ciclo y salir al exterior a ovipositar nuevamente; esta medida está enfocada a reducir la población del insecto. Luego es necesario iniciar la aplicación de un insecticida del tipo “Deltametrina”, en dosis comercial de 1 cc/litro de agua, asperjando los frutos mayores de 3,5 meses; estas aplicaciones se repiten cada 25 a 30 días hasta cuando finalice el ciclo de cosecha. Esta práctica está enfocada a proteger frutos sanos en edad de ser atacados por la plaga y a controlar fases adultas del insecto dentro del cultivo. Estas dos prácticas, el control cultural y el químico, pueden ser complementadas con una poda de altura de los árboles para facilitar la aplicación del producto y la visualización de frutos con síntomas. Otra medida complementaria es destruir o romper las cáscaras de las mazorcas que, al momento de la partida y desgrane del cacao, presenten indicios de daño del insecto.
Ensayos de control biológico en Colombia con Trichogramma, B. Thuringiensis y Telenomus, han dado resultados positivos, pero tienen baja eficiencia para reducir las poblaciones de la plaga versus el control cultural más químico propuesto en el documento. Es necesario continuar investigando metodologías de control ambientalmente sostenibles e implementar el control legal para evitar que frutos contaminados por C. foraseminis sean trasladados a zonas libres y se acelere la dispersión natural del insecto.