A escala comercial Colombia cultivó cacao entre 1550 y 1810, empezando sus exportaciones en 1580 y luego de 1634 a través de Venezuela, siendo el segundo renglón de exportación en la época de la colonia. A pesar de ello, no alcanzó la importancia que tuvo el café en esos tiempos (ICCO, 2018).
Los primeros cultivos se desarrollaron en ambas laderas de la cordillera oriental y luego se extendió al occidente. Para los años 1693, 1701 y 1778 se reportaron cultivos en el sureste de la sierra Nevada de Santa Marta, Ocaña y Valles de Cúcuta y para inicios del siglo XVIII en las riberas de los ríos magdalena, Samaná y la Miel. En 1740 hay reportes de siembras por franceses en el Darién y Cuenca del Atrato para exportación a Jamaica.
El Cauca y Valle del Cauca sembraron cacao desde mediados del siglo XVII hasta mitad del siglo XIX con destino al consumo interno, destacándose el cacao “Cartago” por su excelente calidad, superior al cacao de Guayaquil (CNCh, 1988; ICCO, 2018).
Para el siglo XVIII aparecen las siembras en Antioquia en tierras al norte del río Arma y en cercanías de Santafé de Antioquia. Esta zona fue cuna del cacao “pajarito”, traído de Centroamérica (CNCh, 1988).
Entre 1752 y 1789 hay indicios de cultivos de cacao en las riveras del Magdalena, desde la angostura de Carare a Honda, destacándose poblaciones como: Tocaima, Mompós, Mariquita, Honda, Ibagué, Remedios, Morales, Ocaña, Muzo y Girón (ICCO, 2018).
A mediados del siglo XVIII surge la actividad cacaotera en el Huila y son mencionadas plantaciones en Neiva, Ataco, Gigante, valle de Timaná, Coyaima y Chaparral en el Tolima
El cacao cultivado en las orillas del río Magdalena y el bajo cauca denominado “Magdalenés”, representó un renglón importante en las exportaciones de cacao en Colombia durante la colonia; sin embargo, las inundaciones, impuestos y competencias mermaron su producción (Ovidio, 1981; CNCH, 1968; Fedecacao, 2012)