La expansión del cacao en estos dos continentes se hizo desde las islas Célebes, que habían introducido el cacao en 1560 procedente de Caracas; de allí se expandió a Filipinas, Java y Ceilán, este último recibió árboles directamente de Venezuela que irradiaron a Madagascar. Una segunda expansión fue realizada desde el puerto de Acapulco en México a las islas Filipinas (Ovidio, 1981; CNCH, 1968; Fedecacao, 2012).
En cuanto al cacao africano procede de Brasil donde fue llevado en 1778 por los portugueses y más tarde los españoles lo llevaron a Fernando Poo, colonia en la Región Ecuatorial Española conocida como Guinea Española, donde se extendió a toda África. En 1879 un trabajador de barco llevó frutos a Costa de Oro (hoy Ghana), de allí se trasladó a Togo y Costa de Marfil, este último primer productor del mundo. En 1884 el misionero Alemán Mohr lo cultivó en Camerún y de allí se propagó a Gabón y Guinea Ecuatorial. Hoy los países africanos producen el 75 % del cacao mundial. (CNCh, 1988; ICCO, 2018; IICA, 2018; Murgich, 2015).